Epicúrea y creativa, Limoges es realmente un tesoro para los viajeros curiosos. Además de su rico patrimonio, el casco antiguo y sus alrededores están llenos de experiencias fuera de lo común. Aprende a fabricar porcelana, uno de los savoir-faire de la capital francesa de las artes del fuego, degusta las especialidades en el corazón de las Halles centrales (mercados cubiertos), recorre la ruta del cuero o llénate de aire puro a orillas de los lagos.... Conoceremos sus alrededores, Brive-la-Gaillarde, con un rico patrimonio arquitectónico y cultural; Eymontiers y Saint-Léonard-de-Noblat, antiguas villas medievales de Alto Vienne; Oradour-sur-Glane, pueblo francés masacrado por los nazis en la Segunda Guerra Mundial y ciudades de paso como Perigueux y Angouleme.